Prospección de superficie
La prospección superficial consiste en la exploración del terreno identificando y registrando los artefactos que afloran como fruto de actividades humanas del pasado o por la acción de procesos de alteración de los depósitos arqueológicos. Estudiando su distribución y características inferimos datos sobre la naturaleza y cronología de dichas actividades. Podemos así delimitar y fechar zonas de actividad concentrada (asentamientos de diverso tamaño, zonas de enterramiento, actividades artesanales, espacios de culto...), pero también podemos registrar la huella material de procesos mucho más extensos, como el cultivo de los campos o los desplazamientos de grupos humanos. Esta forma de trabajar puede aplicarse a diversas escalas, desde el estudio interno de una pequeña zona arqueológica hasta el análisis de amplios territorios.
El IAM lleva más de 15 años realizando este tipo de trabajos, experimentando para mejorar los procedimientos y aprovechando su potencial para conocer las sociedades del pasado. Apostamos por el desarrollo de sistemas de registro asistidos por las tecnologías de información geográfica que faciliten una mejor planificación y ejecución de las prospecciones así como un estudio en profundidad de la componente espacial de este tipo de datos.